Responsabilidad penal de las empresas: claves para proteger tu negocio

La responsabilidad penal de las empresas no es solo una tendencia legal, es una realidad que puede poner en jaque la continuidad de tu negocio. Entender esta figura legal es clave para resguardar la compañía y mitigar efectos perjudiciales.

¿Qué es la responsabilidad penal de las empresas?

Desde 2010, la legislación española reconoce la responsabilidad penal de las empresas por violaciones normativas dentro de la compañía. Esto conlleva la posibilidad de recibir una condena penal si se demuestra que no previno adecuadamente un delito.

Esta evolución legal responde a la necesidad de combatir delitos complejos, especialmente dentro de las compañías. Las consecuencias legales pueden incluir desde penalizaciones económicas significativas hasta el cierre definitivo de la compañía.

No se trata de una cuestión teórica. La legislación vigente define con claridad los supuestos en los que una empresa puede ser encausada, y los tribunales ya han sentado jurisprudencia al respecto.

¿Qué infracciones pueden hacer que una empresa sea penalmente responsable?

Aunque no lo creas, la responsabilidad penal no solo está ligada a los grandes escándalos financieros.

Las organizaciones pueden incurrir en ella por una amplia gama de delitos, muchos de ellos frecuentes como, por ejemplo:

  • Crímenes económicos o fiscales.
  • Actos de corrupción en transacciones privadas.
  • Faltas contra el medio ambiente (vertidos ilegales, contaminación de aguas o suelos).
  • Violaciones a la seguridad y derechos laborales.
  • Revelación de secretos o uso indebido de datos personales, entre otros.

En estos casos, una investigación penal puede provocar consecuencias reputacionales, pérdida de clientes o inversores y daños financieros irreversibles.

Claves para minimizar la exposición penal de tu empresa

La forma más efectiva de blindar una compañía contra cargas penales es anticiparse a los problemas. Establecer un sistema de cumplimiento normativo es fundamental para garantizar protección legal y funcional.

Adoptar correctamente este esquema puede proteger a la empresa de posibles sanciones o atenuar las medidas disciplinarias en caso de que exista un delito.

Según Wolters Kluwer, 2023, el 62% de las grandes corporaciones cuentan con un sistema de compliance. Las principales estrategias a seguir para resguardarse son:

1.   Elaborar un sistema de cumplimiento sólido y eficiente

Este modelo representa el núcleo de toda acción preventiva. No hay un modelo universal, pero debe contemplar políticas definidas, normas internas y protocolos específicos.

Su propósito es reducir significativamente la posibilidad de delitos en la organización. Un programa eficaz debe contemplar lo siguiente:

  • Reconocimiento de vulnerabilidades legales en el área de actividad.
  • Directrices éticas y procedimientos corporativos.
  • Procedimientos de actuación ante sospechas de delitos.
  • Canales seguros y reservados para la comunicación de denuncias internas.
  • Medidas disciplinarias ante infracciones.

La clave del éxito está en que el programa debe ser documentado, actualizado y contar con monitoreo permanente. Un programa “de papel”, que existe solo para aparentar, no tiene valor legal.

2.   Designar un oficial de cumplimiento

El especialista en compliance supervisa, desarrolla y ajusta el programa instaurado en la organización. Puede ser un profesional interno o un asesor externo, dependiendo del tamaño y recursos de la empresa. Su independencia y autoridad deben estar garantizadas. No puede ser una figura decorativa.

3.   Evaluar proveedores, socios y terceros vinculados

Aquellos que trabajen en interés de la compañía pueden ser considerados responsables legalmente. Por eso es fundamental incorporar mecanismos de debida diligencia, con el propósito de minimizar riesgos vinculados a colaboradores externos.

4.   Formar y sensibilizar a empleados y directivos

La protección empresarial depende de una estructura empresarial consolidada sobre bases éticas y jurídicas. La formación continua es clave para que todo el equipo, desde la alta dirección hasta los operarios, sepa qué conductas evitar y cómo actuar ante situaciones de riesgo.

5.   Ejecutar controles corporativos periódicos y actualizar el plan

El entorno legal cambia, y también lo hacen los riesgos de una organización. Por ello, se recomienda revisar regularmente el sistema para adaptarlo a nuevos requerimientos, cambios internos o incidentes ocurridos.

6.   Protege tu negocio antes de que sea tarde

En ARQ Abogados ayudamos a empresas como la tuya a blindarse legalmente ante cualquier posible riesgo penal. Contáctanos para una revisión preventiva sin compromiso y fortalece la confianza y continuidad de tu negocio.

Preguntas frecuentes sobre responsabilidad penal de las empresas (FAQ)

¿Puede una PYME ser penalmente responsable?

Sí. El cumplimiento legal no está ligado al tamaño de la empresa, sino a la ausencia de controles efectivos. La falta de sistemas de control puede hacer que incluso una empresa pequeña sea penalizada.

¿Qué ocurre si una empresa no tiene compliance?

No contar con un esquema de prevención puede agravar las repercusiones jurídicas ante cualquier irregularidad. Además, la organización pierde la posibilidad de acogerse a eximentes o atenuantes.

¿Quién responde en caso de delito, la empresa o el administrador?

Ambos pueden responder. La persona física por su participación directa, y la empresa por no haber prevenido el delito. Los mecanismos de control y la asignación precisa de responsabilidades minimizan riesgos legales dentro de la organización.